La primera vez que haces este bizcocho ves que no tiene nada de trabajo y que es riquísimo, pero a medida que lo repites el trabajo aumenta pues no veais el trabajo que da vigilar para que los "sagutxus" no arrasen con el antes de que se enfríe.
125 g de harina de fuerza
una pizca de sal
1 cucharadita de canela en polvo
125 g de azúcar moreno fino
2 huevos tamaño "L"
100 ml de aceite de girasol
125 g de zanahorias, peladas y ralladas finas
25 g de coco rallado
25 g de nueces picadas
nueces troceadas para decorar
para la cobertura
50 g de mantequilla ablandada
50 g de queso cremoso
225 g de azúcar glas tamizado
1 cucharadita de zumo de limón
elaboración
Como siempre lo primero de todo precalentamos el horno a 180 ºC y engrasamos un molde, en este caso cuadrado, de 20 cm, espolvoreamos un poco de harina, y eliminamos el exceso de esta golpeando un poco el molde. Reservamos en la nevera mientras preparamos la mezcla.
Tamizamos la harina junto con la canela, una pizca de sal y la levadura.
Con ayuda de unas varillas eléctricas batimos los huevos junto con el azúcar en un bol hasta que monten, momento en el que añadimos el aceite, consiguiendo una mezcla cremosa y espesa. Dejamos de batir y con una cuchara de madera o espátula incorporamos las zanahorias, el coco y la mezcla de harina, removiendo suavemente, hasta que la mezcla quede homogénea, y para terminar añadimos las nueces.
Vertemos esta masa en el molde y lo horneamos durante 25-30 minutos, hasta que esté firme al tacto. Lo dejamos reposar fuera del horno y dentro del molde unos 10 minutos, para después desmoldarlo y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Mientras tanto, preparamos la cobertura.
En un cuenco, batimos la mantequilla con el queso, el azúcar y el zumo hasta obtener una mezcla cremosa y esponjosa.
Una vez frío el bizcocho lo cortamos en porciones, extendemos la cobertura por encima y decoramos cada pastelito con un trozo de nuez.
una pizca de sal
1 cucharadita de canela en polvo
125 g de azúcar moreno fino
2 huevos tamaño "L"
100 ml de aceite de girasol
125 g de zanahorias, peladas y ralladas finas
25 g de coco rallado
25 g de nueces picadas
nueces troceadas para decorar
para la cobertura
50 g de mantequilla ablandada
50 g de queso cremoso
225 g de azúcar glas tamizado
1 cucharadita de zumo de limón
elaboración
Como siempre lo primero de todo precalentamos el horno a 180 ºC y engrasamos un molde, en este caso cuadrado, de 20 cm, espolvoreamos un poco de harina, y eliminamos el exceso de esta golpeando un poco el molde. Reservamos en la nevera mientras preparamos la mezcla.
Tamizamos la harina junto con la canela, una pizca de sal y la levadura.
Con ayuda de unas varillas eléctricas batimos los huevos junto con el azúcar en un bol hasta que monten, momento en el que añadimos el aceite, consiguiendo una mezcla cremosa y espesa. Dejamos de batir y con una cuchara de madera o espátula incorporamos las zanahorias, el coco y la mezcla de harina, removiendo suavemente, hasta que la mezcla quede homogénea, y para terminar añadimos las nueces.
Vertemos esta masa en el molde y lo horneamos durante 25-30 minutos, hasta que esté firme al tacto. Lo dejamos reposar fuera del horno y dentro del molde unos 10 minutos, para después desmoldarlo y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Mientras tanto, preparamos la cobertura.
En un cuenco, batimos la mantequilla con el queso, el azúcar y el zumo hasta obtener una mezcla cremosa y esponjosa.
Una vez frío el bizcocho lo cortamos en porciones, extendemos la cobertura por encima y decoramos cada pastelito con un trozo de nuez.
Fuente: Libro "Delicias al horno"
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