En una entrada anterior preparamos las espinacas con besamel, y los huevos los añadiamos cocidos, hoy las espinacas van con crema de leche y aunque las acompañamos también con huevos, estos van al horno.
La receta básicamente es la misma que la que utilizo para preparar canelones, lo único que cambia aquí es que no ponemos nada de harina y no hay que dejar que espese.
ingredientes
500 g de espinacas
200 ml de nata líquida
200 g de cebolla
queso rallado
75 g de jamón cocido
4 huevos
elaboración
200 ml de nata líquida
200 g de cebolla
queso rallado
75 g de jamón cocido
4 huevos
elaboración
Ponemos a calentar un poco de aceite en una sartén y pochamos a fuego suave la cebolla bien picadita hasta que esté tierna. Añadimos el jamón cocido cortado en daditos, lo salteamos e incorporamos las espinacas frescas un poco picadas, bien limpias y escurridas. Nos parecerán que son muchas, pero con el calor van mermando, las rehogamos durante unos 4-5 minutos. A continuación añadimos la nata y queso al gusto, queso de cabra, parmesano, emmental... Sazonamos. Removemos y dejamos que hiervan manteniendo el fuego suave otros 3-4 minutos. Así tal cual ya las tenemos listas para servir, pero si las queremos acompañar con unos huevos y tener un plato único, tenemos varias opciones para ello.
Esta vez los hice en el horno aprovechando que acababa de sacar un bizcocho, por lo que distribuí las espinacas en 4 cazuelitas, casqué un huevo sobre cada una y las metí en el horno precalentado a 180 ºC unos 4-5 minutos,
tienen que quedar las claras cuajadas y la yema blandita.
Una vez hechos servimos en seguida, pues el mismo calor de las cazueltitas los continuará cocinando.
Si nos da pereza encender el horno podemos escalfar los huevos en la misma cazuela, hacerlos a la plancha o incluso fritos.
Esta vez los hice en el horno aprovechando que acababa de sacar un bizcocho, por lo que distribuí las espinacas en 4 cazuelitas, casqué un huevo sobre cada una y las metí en el horno precalentado a 180 ºC unos 4-5 minutos,
tienen que quedar las claras cuajadas y la yema blandita.
Una vez hechos servimos en seguida, pues el mismo calor de las cazueltitas los continuará cocinando.
Si nos da pereza encender el horno podemos escalfar los huevos en la misma cazuela, hacerlos a la plancha o incluso fritos.
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