10 oct 2013

mermelada de moras




La mermelada de mora es toda una delicia, me encanta su color y por supuesto su sabor, una vez hecha se me olvidan los arañazos y las incómodas bolitas que se pegan a la ropa y que tanto cuesta quitar. 
Además puestos a recolectar podemos coger unas pocas más y congelarlas en entero, así podremos disponer de ellas para hacer salsas, batidos o helados. Ahora también se pueden comprar en el mercado, pero la diferencia es clara, no?

ingredientes
1 kg de puré de moras
750 g de azúcar

elaboración
A la hora de hacer esta mermelada hay que tener en cuenta que las moras tienen muchas pepitas por lo que si queremos que nos quede una mermelada suave y sin pepitas hay que pasar la mermelada por un colador o pasapurés con agujeros muy pequeños para quitarlas. La cantidad de azúcar va acorde a la cantidad de puré de fruta que obtengamos una vez retiradas las pepitas. Esta cantidad irá en función también de como estén las moras y de si la mermelada nos gusta más o menos dulce y más o menos espesa.



Lavamos bien las moras, bajo el chorro de agua, sin sumergirlas, si las hemos cogido con rabito se lo quitamos. Una vez limpias las ponemos en una cazuela ancha y grande con un poco de agua, las aplastamos un poco y las cocemos a fuego suave, removiendo regularmente para que no se peguen al fondo.
Cuando estén blanditas, las pasamos por un pasapuré que no deje pasar las pepitas y pesamos el puré de fruta que nos ha salido. Añadimos unos 750 g de azúcar por kilo de este puré. Ponemos de nuevo a cocer, sin olvidarnos de remover regularmente para que no se pegue. Una vez que empieze a hervir, bajamos la intensidad del fuego progresivamente hasta conseguir que la mezcla cueza a fuego lo más bajo posible durante una media hora, o más tiempo si queremos una mermelada más espesa. Hay que tener en cuenta que cuando se enfríe espesará mas.



Para saber el punto de la mermelada, ponemos una cucharadita en un plato y lo metemos en el frigo. Una vez esté frio, si al inclinar el plato la mermelada se arruga, está en su punto. Si gotea, deberemos prolongar la cocción volviendo a hacer la prueba pasados unos minutos.


Una vez la mermelada fría, rellenamos los tarros de vidrio hasta llegar casi al borde. Limpiamos el borde y los cerramos inmediatamente. A continuación los cocemos al baño María. Los colocamos en una cazuela grande, y para que no estén en contacto con el fondo colocamos un trapo doblado y entre ellos otro trapo, para evitar que se golpeen. Los cubrimos con agua templada, y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar. 



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