31 may 2017

crema fraîche



La "creme frâiche" es una crema de leche más o menos espesa acidulada de forma artificial, por acción de ácido láctico o por maduración con el fin de que adquiera su sabor característico, este sabor, ligeramente ácido, variará dependiendo de la bacteria empleada y del tiempo de reposo que demos a la mezcla.
Es un ingrediente que podemos emplear tanto en platos dulces como salados, hasta hace bien poco era de los raros, encontrarlos en el super resultaba batalla bastante complicada, ahora es mucho más fácil de comprar y mucho más accesible. Lo mejor de todo es que en casa se puede hacer de manera muy sencilla y con algo tan básico como es la nata y el yogur.
nata 35% + bacterias = crema frâiche

La nata tiene que tener por lo menos un 35% de contenido graso, si tiene menos lo que haríamos sería crema agria o "sour cream".
A partir de esta crema frâiche podemos hacer también mantequilla y suero de mantequilla o buttermilk.



ingredientes
500 ml de nata (35% de materia grasa)
50 ml de yogur matsoni o buttermilk (con fermentos activos)
















elaboración
Yo he utilizado este tipo de yogur porque es junto con el viili los que consumimos en casa.
Para elaborar la crema frâiche, solo necesitamos dos ingredientes, nata y bacterias lácticas. La fermentación transforma el azúcar de la nata, la lactosa, en ácido láctico, consiguiendo la textura y sabor característico de esta crema. Al igual que pasa cuando hacemos yogur, que la marca de la leche influye en el resultado del producto, con la nata pasa igual, así que es cuestión de probar algunas y comparar. Para hacer la mezcla es mejor utilizar utensilios de madera y vidrio, y para conservarlo evitar recipientes metálicos, sobre todo el aluminio. Para hacerla el proceso es el mismo que para hacer yogur de fermento mesófilo.
Por lo que dicho esto, ponemos la nata en un bote de cristal, añadimos el yogur o el buttermilk hecho de una preparación anterior y mezclamos. Cubrimos el recipiente con un trapo limpio o papel de cocina y lo sujetamos con una goma elástica. Ponemos el recipiente a una temperatura entre 21-25 ºC y alejado de la luz solar directa. Lo dejamos fermentar unas 12-24 horas o hasta que espese. 
Si la temperatura es inferior el proceso será más largo, pero un buen truco es poner el bote cerca o encima de un electrodoméstico que desprenda calor como el frigorífico.


Una vez que la crema está hecha, se tapa y se deja enfriar a temperatura ambiente una hora y después se guarda en el frigorífico durante 6 horas. Aunque esto no es necesario, si es recomendable un tiempo de enfriado.
Y ya podemos consumir la crema. Se conserva en la nevera unos cuantos días. Una buena idea para combinar esta crema es con fruta, aquí está con fresas, y aquí tenéis la crema frâiche con melocotón.


Fuente: del blog la cocina de tesa.


26 may 2017

anchoas a la bilbaina



La anchoa es un pescado azul menudo, muy delicado, muy sabroso y muy fácil de preparar. Un pescado que cocinamos siempre de manera sencilla y con productos muy básicos. Resulta delicioso simplemente macerado en vinagre, y no digamos nada lo rico que está preparado en salazón, pero frito, albardado, relleno... o como hoy cocinado en salsa o al ajillo, son platos también a tener muy presentes, hay que ampliar el abanico de recetas.



ingredientes
anchoas frescas
2-3 dientes de ajo
1-2 trozos de guindilla seca
perejil fresco picado
aceite de oliva
1 cazo de caldo de pescado
un chorrito de vinagre
1 cucharada de vino blanco
sal y harina











elaboración
Para evitar las larvas del anisakis hay que congelar previamente las anchoas durante 24-48 horas. Las anchoas para preparar esta receta tienen que ser de tamaño mediano tirando a grande. 
La salsa es una especie de salsa verde con un toque de vinagre, es una salsa muy sencilla y que va perfecta también para preparar sardinas.
Limpiamos las anchoas, quitamos las cabezas, las abrimos por la mitad y retiramos la espina central, dejando unidos los dos filetes. Sazonamos y enharinamos ligeramente, aunque esto es opcional. Podemos hacer el plato sin usar nada de harina, pero a mí me gusta usar un poco para que la salsa coja un poco más de cuerpo.
Pelamos y picamos finamente los dientes de ajo. En una sartén amplia, donde quepan holgadamente las anchoas, calentamos a fuego muy suave el aceite, que cubra el fondo de la sartén. Cuando esté templado añadimos un cazo de caldo, el aceite no tiene que tener mucha temperatura para que no salte. Removemos bien la mezcla para que emulsione, pilpilear. Añadimos los dientes de ajo y la guindilla (el ajo no tiene que dorarse). Ponemos el fuego más fuerte y cuando esté caliente añadimos las anchoas, moviendo la sartén y regándolas con la mezcla de aceite y caldo por arriba con la ayuda de una espumadera, durante un par de minutos, podemos darles vuelta con cuidado. Retiramos la sartén del fuego un momento y añadimos una cucharada generosa de vino blanco, cuidado con las salpicaduras, damos un pequeño calentón, retiramos de nuevo la sartén del fuego y cuando haya perdido un poco de temperatura añadimos un poco de vinagre, espolvoreamos perejil, mezclamos y servimos. En tres, cuatro minutos las anchoas están hechas y emplatadas.




18 may 2017

crema de calabaza con ajada


Hoy el día nos ha pillado con el pie cambiado, está lluvioso y fresquete así que de nuevo sacamos la cuchara para comer un estupendo puré de calabaza, que se prepara fácilmente y que se puede cocinar con más o menos hortalizas. Hoy la calabaza sólo va acompañada de patata y arreglada con una ajada, es el puré que más veces se hace en casa y no solo por lo rico que está sino porque de alguna manera hay que usar el excedente de calabaza.

ingredientes
500 g de calabaza
1 patata

caldo o agua
aceite y sal
2-3 dientes de ajo
pimentón dulce














elaboración

Retiramos la piel a la calabaza y la cortamos en trozos, pelamos la patata, si son pequeñas ponemos dos, la lavamos y troceamos en trozos no muy grandes. Colocamos todo en la olla rápida, cubrimos con agua o caldo (de pollo, carne...), salamos y cerramos la tapa.
Cuando la válvula suba lo mantenemos a fuego bajo unos 8-10 minutos. Cuando se enfríe la olla, abrimos y trituramos todo con la batidora hasta tener la textura que más nos guste. Rectificamos de sal.
Para evitar que nos quede muy caldoso, antes de triturarlo pasamos parte del líquido a un bol, y según veamos lo espeso que esté vamos añadiendo ese caldo. Ya sólo nos queda hacer la ajada que no es más que un refrito con los ajos y el pimentón.



En una sartén con un chorrito de aceite, freímos los dientes de ajo laminados. Retiramos del fuego y añadimos media cucharadita de pimentón, removiéndolo para que no se queme, si se quema sabe mal. Vertemos este refrito caliente en la cazuela del puré, removemos y dejamos que todo junto dé un hervor unos minutos. Si no os gustan los ajos, retirarlos antes de añadir el refrito.
Para terminar el plato y como guarnición rallamos un poco de queso y hacemos unos picatostes, a los niños les encantan... y a los mayores también...




11 may 2017

canelones de verdel


No todos los días se pueden hacer canelones, es uno de esos platos que no tienen ninguna dificultad pero sí son un poco entretenidos de hacer. En casa, como todas las pastas, siempre son bien recibidos, sea el relleno de verdura, carne o como los de hoy de pescado, que por variar y salir del socorrido bonito los he hecho con verdel, y han quedado riquísimos. En las fotos de hoy no han quedado muy fotogénicos que digamos, pero aunque con la vista no se coman, coger cuchillo y tenedor que el plato bien lo merece.


ingredientes
200 g de verdel fresco
1 cebolleta
1-2 dientes de ajo
1 pimiento verde
12 canelones

2-3 cucharadas de salsa de tomate
besamel clarita 20-20-350












elaboración
Si tenemos un pescatero enrollado nos puede limpiar el verdel, si no es así, los limpiamos bien, retirando cabeza y tripas. Sacamos cuatro lomitos limpios de piel y espinas, los sazonamos y reservamos.
Picamos la cebolla, el pimiento y el diente de ajo finamente, lo rehogamos todo en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, y sazonamos. Cuando las verduras cojan un poco de color incorporamos los lomos de verdel troceados que tenemos reservados, y los salteamos. Añadimos la salsa de tomate, mezclamos bien y retiramos la sartén del fuego.
Seguido ponemos las placas de canelones en remojo con agua caliente o los ponemos a cocer. Para hacer esto último ponemos abundante agua a calentar en una olla grande. Cuando empiece a hervir , la sazonamos y añadimos las placas de canelón de una en una. Las cocemos durante 10-12 minutos, y las escurrimos sobre un trapo de cocina limpio.
Para formar los canelones, ponemos un montoncito del relleno preparado en el centro de cada rectángulo de pasta, enrollamos y formamos rollitos. 

Ponemos un poco de salsa de tomate sobre el fondo de una fuente que pueda ir al horno, y colocamos encima los canelones uno al lado del otro y los cubrimos con la besamel. Espolvoreamos con queso rallado y metemos la fuente en el horno precalentado a 200 ºC durante unos 10-15 minutos. El queso tiene que quedar doradito, espolvoreamos con un poco de perejil picado y servimos.



Para hacer la besamel, ponemos a calentar 20 g de mantequilla en una cazuela y cuando se derrita agregamos los 20 g de harina, la rehogamos un poco para que pierda el sabor a crudo y echamos poco a poco los 350 ml de leche, mejor caliente, salpimentamos, rallamos un poco de nuez moscada si nos gusta y sin dejar de remover lo cocinamos a fuego suave durante unos 5 minutos, ya que luego va a ir al horno.
El relleno también nos puede servir para hacer huevos rellenos, una empanada, unas empanadillas...



Fuente: del libro "Egunero ondo jateko".



9 may 2017

tortilla de calabacín, setas, ajetes y jamón


En poco más de media hora, y con tan solo picar y remover un poco podemos tener una deliciosa tortilla para cenar, para una merienda en el campo, o para picotear en un buen aperitivo.

ingredientes
6 huevos tamaño "L"
600-650 g de calabacín
200 g de setas de cultivo
125 g de ajetes limpios
50 g de jamón curado o cocido picado
50 g de queso rallado
aceite y sal











elaboración
Pelamos el calabacín, yo dejo zonas con piel, pero eso va a gusto de cada cual, lo cortamos en láminas (de la misma manera que laminamos la patata para tortilla) y lo salteamos en una sartén con un poco de aceite durante unos 10-15 minutos, sazonamos y lo dejamos escurrir. El calabacín deberá estar bien seco para que no suelte jugo en el momento de cuajar la tortilla.
Picamos los ajetes frescos en cilindros y los ponemos a pochar en una sartén con un poco de aceite. Añadimos las setas, limpias y troceadas, las salteamos hasta que pierdan el agua de vegetación y las retiramos de la sartén.
Cascamos los huevos en un bol y los batimos ligeramente, añadimos el calabacín, la mezcla de ajetes y setas, el jamón y el queso, mezclándolo todo bien sazonando si es necesario.


Ponemos a calentar un poco de aceite en una sartén, yo he usado una de 26 cm de diámetro, y cuando esté bien caliente echamos la mezcla del bol. Vemos que los huevos comienzan a cuajarse por los bordes, por lo que iremos moviendo la mezcla de los bordes hacia dentro como si fuera un revuelto, hasta que veamos que el huevo no va a escurrir demasiado al darle la vuelta, con ayuda de una espumadera vamos redondeando los bordes y dejamos cuajar por ese lado, en cuanto la tortilla se mueva en la sartén la damos la vuelta y dejamos que se haga por el otro lado. Cuajarla más o menos va al gusto de cada uno.




3 may 2017

conejo con tomate


Últimamente promocionan mucho la carne de conejo para recuperar su consumo, pero para los que nos gusta no hace falta que nos digan lo buena y rica que es. Además de tener un sabor delicioso, proteínas de alto valor biológico y muy poca grasa, su precio está al alcance de cualquier bolsillo y encima se puede preparar de muchas maneras, casi todas rápidas y sencillas. 
En la receta de hoy el conejo se prepara en olla rápida por lo que en poco tiempo tenemos un delicioso plato.
En el blog podéis ver unas cuantas preparaciones si pincháis en este enlace "recetas con conejo".

ingredientes
1 conejo en trozos
2 zanahorias
1 cebolla grande
1 hoja de laurel
350 g de tomate natural triturado
1/2 vaso de vino blanco
pimienta negra molida
aceite de oliva y sal











elaboración

Lo primero limpiamos y troceamos el conejo en trozos más o menos iguales, esto se lo podemos pedir al carnicero. Salpimentamos los trozos, ponemos aceite en una sartén y cuando el aceite esté caliente vamos friendo el conejo, por tandas, hasta dorarlo, pero sin quemarlo. Una vez todo frito lo colocamos en la olla exprés junto con el aceite de freírlo, con dos o tres cucharadas es más que suficiente; después añadimos la cebolla, las zanahorias (todo cortado en trozos no demasiado pequeños), el tomate y la hoja de laurel, rehogamos todo unos minutos, agregamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol. Cerramos la olla, y lo cocemos unos 15 minutos contados desde que haya subido la válvula. Mira en tu olla el tiempo que necesita esta carne para ajustar el tiempo. 
Pasados los 15 minutos, nos aseguramos de que esté hecho, retiramos los trozos de conejo, los colocamos en una cazuela amplia y los cubrimos con la salsa pasada por el pasapuré. Dejamos que todo junto dé un hervor y a la mesa que se enfría. 



Lo podemos acompañar de patatas (fritas, cocidas o en puré), pimientos o guindillas (fritos o en tempura), calabaza (en tempura o estofada), ensalada...
Si disponemos de poco tiempo podemos echar todos los ingredientes en crudo, incluida la carne; es decir sin dorar. No está tan buena ni tiene la misma presentación, pero resulta un conejo estofado sabroso y fácil de hacer para salir del apuro.
El tomate si es fresco no hace falta pelarlo ya que la salsa va triturada.