26 may 2017

anchoas a la bilbaina



La anchoa es un pescado azul menudo, muy delicado, muy sabroso y muy fácil de preparar. Un pescado que cocinamos siempre de manera sencilla y con productos muy básicos. Resulta delicioso simplemente macerado en vinagre, y no digamos nada lo rico que está preparado en salazón, pero frito, albardado, relleno... o como hoy cocinado en salsa o al ajillo, son platos también a tener muy presentes, hay que ampliar el abanico de recetas.



ingredientes
anchoas frescas
2-3 dientes de ajo
1-2 trozos de guindilla seca
perejil fresco picado
aceite de oliva
1 cazo de caldo de pescado
un chorrito de vinagre
1 cucharada de vino blanco
sal y harina











elaboración
Para evitar las larvas del anisakis hay que congelar previamente las anchoas durante 24-48 horas. Las anchoas para preparar esta receta tienen que ser de tamaño mediano tirando a grande. 
La salsa es una especie de salsa verde con un toque de vinagre, es una salsa muy sencilla y que va perfecta también para preparar sardinas.
Limpiamos las anchoas, quitamos las cabezas, las abrimos por la mitad y retiramos la espina central, dejando unidos los dos filetes. Sazonamos y enharinamos ligeramente, aunque esto es opcional. Podemos hacer el plato sin usar nada de harina, pero a mí me gusta usar un poco para que la salsa coja un poco más de cuerpo.
Pelamos y picamos finamente los dientes de ajo. En una sartén amplia, donde quepan holgadamente las anchoas, calentamos a fuego muy suave el aceite, que cubra el fondo de la sartén. Cuando esté templado añadimos un cazo de caldo, el aceite no tiene que tener mucha temperatura para que no salte. Removemos bien la mezcla para que emulsione, pilpilear. Añadimos los dientes de ajo y la guindilla (el ajo no tiene que dorarse). Ponemos el fuego más fuerte y cuando esté caliente añadimos las anchoas, moviendo la sartén y regándolas con la mezcla de aceite y caldo por arriba con la ayuda de una espumadera, durante un par de minutos, podemos darles vuelta con cuidado. Retiramos la sartén del fuego un momento y añadimos una cucharada generosa de vino blanco, cuidado con las salpicaduras, damos un pequeño calentón, retiramos de nuevo la sartén del fuego y cuando haya perdido un poco de temperatura añadimos un poco de vinagre, espolvoreamos perejil, mezclamos y servimos. En tres, cuatro minutos las anchoas están hechas y emplatadas.




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