Como años anteriores con las ciruelas de la huerta hemos preparado ciruelas en almibar y por supuesto mermelada, unos cuantos botes de cada, para tener la despensa bien surtida.
ingredientes
1 kg de ciruelas en limpio750 g de azúcar
1 cucharada de zumo de limón
elaboración
Lavamos bien las ciruelas, las secamos y las troceamos quitando los huesos. Las ponemos en una cazuela grande, ancha y con profundidad suficiente. No la llenamos demasiado, llegar hasta la mitad de la cazuela más o menos.
Mezclamos la fruta con el azúcar y el zumo de limón y la dejamos macerar durante 6-8 horas.
Ponemos la cazuela al fuego y esperamos a que hierva, en todo momento removemos regularmente para que no se agarre. Una vez que empieze a hervir, bajamos la intensidad del fuego progresivamente hasta conseguir que la mezcla cueza a fuego lo más bajo posible durante unos 30-40 minutos, o más tiempo si queremos una mermelada más espesa. Hay que tener en cuenta que cuando se enfrie la mezcla espesará. Podemos triturarla con la batidora o pasarla por el pasapuré si nos gusta la mermelada más suave.
Para saber el punto de la mermelada, ponemos una cucharadita en un plato y lo metemos en el frigo. Una vez esté frio, si al inclinar el plato la mermelada se arruga, está en su punto. Si gotea, deberemos prolongar la cocción y volveremos a hacer la prueba pasados unos minutos.
La mermelada que hago en casa es para todo el año por lo que es necesaria su esterilización al baño María.
Una vez la mermelada fría, llenamos los tarros de cristal hasta llegar casi al borde. Limpiamos el borde y los cerramos inmediatamente. A continuación, cocemos los tarros, que colocamos en una cazuela grande en cuyo fondo hemos colocado un trapo doblado para que no estén en contacto con el fondo y entre ellos colocamos otro trapo, para evitar que se golpeen. Los cubrimos con agua templada y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar.
Mezclamos la fruta con el azúcar y el zumo de limón y la dejamos macerar durante 6-8 horas.
Ponemos la cazuela al fuego y esperamos a que hierva, en todo momento removemos regularmente para que no se agarre. Una vez que empieze a hervir, bajamos la intensidad del fuego progresivamente hasta conseguir que la mezcla cueza a fuego lo más bajo posible durante unos 30-40 minutos, o más tiempo si queremos una mermelada más espesa. Hay que tener en cuenta que cuando se enfrie la mezcla espesará. Podemos triturarla con la batidora o pasarla por el pasapuré si nos gusta la mermelada más suave.
Para saber el punto de la mermelada, ponemos una cucharadita en un plato y lo metemos en el frigo. Una vez esté frio, si al inclinar el plato la mermelada se arruga, está en su punto. Si gotea, deberemos prolongar la cocción y volveremos a hacer la prueba pasados unos minutos.
La mermelada que hago en casa es para todo el año por lo que es necesaria su esterilización al baño María.
Una vez la mermelada fría, llenamos los tarros de cristal hasta llegar casi al borde. Limpiamos el borde y los cerramos inmediatamente. A continuación, cocemos los tarros, que colocamos en una cazuela grande en cuyo fondo hemos colocado un trapo doblado para que no estén en contacto con el fondo y entre ellos colocamos otro trapo, para evitar que se golpeen. Los cubrimos con agua templada y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar.
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