Siempre se ha creido que tenian mucho hierro, cosa que no es cierta, pero son ricas en fibra, por lo que actua como una escoba para limpiar y mejorar el tránsito intestinal, son ricas en vitaminas y bajas en calorías.
ingredientes
300 gr de espinacas frescas
1 cebolla
1 diente de ajo
75 gr de jamón cocido
2 huevos cocidos
25 gr de harina
25 gr de mantequilla
50 gr de queso rallado
3 vasos de leche
aceite y sal
300 gr de espinacas frescas
1 cebolla
1 diente de ajo
75 gr de jamón cocido
2 huevos cocidos
25 gr de harina
25 gr de mantequilla
50 gr de queso rallado
3 vasos de leche
aceite y sal
elaboración
Limpiamos bien las espinacas, las retiramos el tallo y las troceamos un poco. También se pueden utilizar espinacas congeladas, tan solo hay que cocerlas en agua hirviendo y escurrirlas muy bien.
En una cazuela ponemos aceite a calentar y en el ponemos a pochar a fuego suave el diente de ajo picado y la cebolla también picada, hasta que esta esté tierna, momento en el que añadimos el jamón cocido cortado en daditos, lo salteamos un poco e incorporamos las espinacas frescas bien escurridas (o las congeladas una vez cocidas y escurridas). Al principio veremos que no entran en la cazuela, pero a medida que cogen calor irán mermando. Sin dejar de removerlas las cocinamos durante unos minutos, añadimos parte de la besamel a la que hemos añadido algo de queso rallado, (hay que dejar un poco para cubrir la fuente al final) mezclamos y lo pasamos a una fuente de horno. Cortamos los huevos cocidos en rodajas y los ponemos encima de las espinacas. Cubrimos con la salsa besamel que hemos guardado, espolvoreamos con queso rallado, la metemos al horno precalentado a 200 ºC durante 5 minutos y ya las tenemos listas.
para la besamel, ponemos a fundir la mantequilla en un cazo a fuego suave, y cuando esté fundida, añadimos la harina que cocinamos unos minutos, pero sin dejar que tome color. A continuación vamos echando poco a poco la leche caliente sin dejar de remover, importante para que nos quede una besamel rica y sin grumos, y lo cocinamos unos 15 minutos, hasta conseguir la consistencia adecuada, pero con cuidado de que no se nos queme, ponemos sal e incluso un poco de nuez moscada si os gusta pues a la besamel le va muy bien, añadimos parte del queso rallado y lo mezclamos bien.
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