5 dic 2013

rosca dorada de trigo integral y zanahoria


Ultimamente me ha dado por los bizcochos de zanahoria y hay dos buenas razones para ello, una es que están buenísimos y la otra es que de alguna manera hay que sacar provecho a la cosecha de zanahorias, no siempre van ir en purés, ensaladas o salsas.
Así que de nuevo un bizcocho con zanahoria, en este caso como bien dice su nombre, con miel y harina integral, queda muy jugoso y rico.





ingredientes
200 g de zanahoria finamente rallada
62 g de zumo de limón
125 g de harina integral de trigo
100 g de harina de repostería
1/2 cucharadita de sal, 3,5 g
1/2 cucharadita de bicarbonato, 5 g
2,5 g de levadura en polvo
1/2 cucharadita de canela en polvo
2 huevos tamaño "L", 100 g de peso sin cáscara
142 g de mantequilla sin sal fundida
250 g de miel






elaboración

Precalentamos el horno a 175 ºC y engrasamos un molde savarin de 27 cm, lo espolvoreamos con un poco de harina, eliminamos el exceso de esta golpeando un poco el molde y reservamos en la nevera mientras preparamos la mezcla.
En un bol pequeño mezclamos la zanahoria y el zumo de limón.
Tamizamos los dos tipos de harina junto con la canela, la sal, la levadura y el bicarbonato y lo ponemos en un cuenco grande. A continuación añadimos los huevos, la mantequilla y la miel y mezclamos hasta que todo esté bien mezclado. Terminamos agregando la zanahoria con el zumo y mezclamos.
Vertemos esta masa en el molde preparado y lo horneamos durante 30 minutos o hasta que veamos que recupera la forma cuando se la presiona suavemente y al pinchar una aguja en el centro sale limpia.

Dejamos que repose fuera del horno y dentro del molde unos 10 minutos y lo desmoldamos con cuidado sobre una rejilla para que se enfríe.
Podemos servirlo acompañado de un glaseado de queso cremoso y chocolate blanco pero así tal cual con un poco de azúcar glas está también muy bueno.



Para hacer el glaseado cortamos 255 g de chocolate blanco y lo ponemos a fundir al baño María o a fuego muy muy suave y una vez fundido lo dejamos enfriar.
Batimos 340 g de queso cremoso hasta que esté homogéneo y vamos añadiendo poco a poco el chocolate hasta que se incorpore y la mezcla quede lisa. Añadimos 170 g de mantequilla y 20 g de zumo de limón.
Antes de extenderlo lo volvemos a batir a temperatura ambiente para que quede bien homogéneo.



Fuente: del libro "La biblia de los pasteles".



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