ingredientes
230 g de masa quebrada
400 g de espinacas frescas
250 g de gambas limpias
3 huevos
queso rallado
175 g de cebolla
2 dientes de ajo
200 ml de nata para cocinar
3-4 cucharadas de aceite
sal y pimienta
elaboración
400 g de espinacas frescas
250 g de gambas limpias
3 huevos
queso rallado
175 g de cebolla
2 dientes de ajo
200 ml de nata para cocinar
3-4 cucharadas de aceite
sal y pimienta
elaboración
En un molde de tarta, colocamos la masa quebrada estirada sin retirar el papel para hornear. Presionamos la masa por los lados y cortamos la masa sobrante y el papel para hornear que sobresalga.
Pinchamos varias veces la base con un tenedor, ponemos papel de aluminio con unas legumbres secas encima y horneamos durante 15-20 minutos a 200 ºC con el horno precalentado. Pasado este tiempo sacamos el molde del horno retiramos la legumbre, que guardamos para posteriores usos, y dejamos enfriar.
Mientras tanto pelamos y troceamos menudita la cebolla y el diente de ajo, limpiamos bien las espinacas, las retiramos el tallo, las escurrimos bien y las troceamos.
En una sartén con el aceite caliente, ponemos la cebolla y el ajo con un poco de sal, y lo dejamos pochar a fuego suave hasta que esté tierno, sin dejar que tomen color. Añadimos las espinacas, dejamos que reduzcan y las cocinamos durante 3-4 minutos. Cuando se hayan secado echamos las gambas, y en cuanto cambien de color retiramos la sartén del fuego y dejamos enfriar ligeramente.
Cascamos los huevos en un bol y los batimos, añadimos la nata, el sofrito de cebolla, ajo, gambas y espinacas, salpimentamos y mezclamos bien todo.
Ponemos la mezcla sobre la base de masa quebrada horneada, espolvoreamos un poco de queso rallado y lo metemos en el horno precalentado a 180 ºC unos 30-35 minutos.
En lugar de hacer una tarta grande, también podemos hacer tartaletas individuales.
Pinchamos varias veces la base con un tenedor, ponemos papel de aluminio con unas legumbres secas encima y horneamos durante 15-20 minutos a 200 ºC con el horno precalentado. Pasado este tiempo sacamos el molde del horno retiramos la legumbre, que guardamos para posteriores usos, y dejamos enfriar.
Mientras tanto pelamos y troceamos menudita la cebolla y el diente de ajo, limpiamos bien las espinacas, las retiramos el tallo, las escurrimos bien y las troceamos.
En una sartén con el aceite caliente, ponemos la cebolla y el ajo con un poco de sal, y lo dejamos pochar a fuego suave hasta que esté tierno, sin dejar que tomen color. Añadimos las espinacas, dejamos que reduzcan y las cocinamos durante 3-4 minutos. Cuando se hayan secado echamos las gambas, y en cuanto cambien de color retiramos la sartén del fuego y dejamos enfriar ligeramente.
Cascamos los huevos en un bol y los batimos, añadimos la nata, el sofrito de cebolla, ajo, gambas y espinacas, salpimentamos y mezclamos bien todo.
Ponemos la mezcla sobre la base de masa quebrada horneada, espolvoreamos un poco de queso rallado y lo metemos en el horno precalentado a 180 ºC unos 30-35 minutos.
En lugar de hacer una tarta grande, también podemos hacer tartaletas individuales.
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