Ya se han terminado las recetas de calabacín (de momento), a partir de ahora iré sacando partido a la verdura de temporada, puerro, calabaza, pimiento rojo, espinacas, coliflor... (también para aburrir como con las de calabacín... eso sí todas riquísimas).
300 g de espinacas frescas
1 cebolla grande
1 cucharadita de harina
200 ml de nata
75 g de jamón cocido
queso rallado
14-16 canelones
para la besamel
25 g de mantequilla
25 g de harina
375 ml de leche
1 cucharadita de harina
200 ml de nata
75 g de jamón cocido
queso rallado
14-16 canelones
para la besamel
25 g de mantequilla
25 g de harina
375 ml de leche
elaboración
Primero hacemos el relleno de espinacas, para ello calentamos un poco de aceite en una sartén y ponemos a pochar a fuego suave la cebolla bien picadita hasta que esté tierna. Añadimos el jamón cocido cortado en daditos, lo salteamos e incorporamos las espinacas frescas un poco picadas, bien limpias y escurridas y rehogamos todo durante unos 4-5 minutos. Nos parecerán que son muchas, pero tener en cuenta que con el calor merman.
Añadimos la cucharadita de harina, que rehogamos y añadimos la nata y queso al gusto, queso de cabra, parmesano, emmental... Removemos y dejamos reducir hasta que espese. Dejamos enfriar.
Añadimos la cucharadita de harina, que rehogamos y añadimos la nata y queso al gusto, queso de cabra, parmesano, emmental... Removemos y dejamos reducir hasta que espese. Dejamos enfriar.
Para cocer los canelones ponemos a calentar abundante agua con sal en una cazuela grande. Cuando el agua empiece a hervir, añadimos los canelones de uno en uno y los cocemos el tiempo que indique el envase. Una vez cocidos, los enfriamos en agua y sin tirarla, los sacamos uno a uno con ayuda de una espumadera y los dejamos sobre un paño de cocina limpio para evitar que se peguen.
Sobre cada canelón ponemos un poco del relleno que tenemos en espera y formamos rollitos.
Repartimos un poco de salsa besamel sobre el fondo de una fuente que pueda ir al horno y colocamos encima los canelones uno al lado del otro y los cubrimos con el resto de la salsa. Espolvoreamos con queso rallado y los horneamos a unos 200 ºC hasta que veamos que el queso ha fundido y esté doradito.
Para hacer la besamel, ponemos a fundir la mantequilla, sin que se caliente demasiado, añadimos la harina que rehogamos durante unos minutos, para que pierda su sabor a crudo, pero sin dejar que tome color. A continuación vamos echando poco a poco la leche caliente sin dejar de remover, sazonamos y la cocemos hasta que espese.
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