Cuando oímos la palabra cruasán siempre nos lo imaginamos como parte de un buen desayuno, y casi siempre relleno de algo dulce, pero acepta tanto dulce como salado, es lo bueno que tiene el hojaldre, que casa bien con casi todo, así que esta vez los he hecho con un sabroso relleno que tiene como base las espinacas, aunque como ya he dicho antes, se pueden rellenar con casi todo.
ingredientes
para 16 unidades
2 láminas de hojaldre
200 gr de espinacas frescas
175 gr de champiñones
2 dientes de ajo
1 cebolla pequeña
200 ml de nata
50 gr de queso de cabra
1 cebolla pequeña
200 ml de nata
50 gr de queso de cabra
queso rallado de oveja
1 cucharadita de harina
huevo batido
aceite y sal
elaboración
Lavamos bien las espinacas, les retiramos el tallo y la parte fibrosa de las hojas, las escurrimos y las troceamos un poco. Quitamos la parte terrosa de los champiñones y los limpiamos bajo el chorro de agua, mejor que sumergirlos pues son muy porosos y absorberían mucha agua, una vez limpios los picamos.
En una sartén con aceite caliente ponemos a pochar la cebolla picada hasta que esté tierna pero sin que coja color. Añadimos los champiñones con el ajo y un poco de sal y los salteamos hasta que estén hechos, y se pierda el agua que sueltan, añadimos las espinacas, removemos, dejamos que vayan mermando de volumen y se cocinen, soltarán un poco de agua que dejaremos evaporar.
Añadimos el queso de cabra y removemos hasta incorporarlo. Espolvoreamos una cucharadita de maicena, rehogamos y añadimos la nata, que dejamos reducir hasta que quede una mezcla espesa, vigilando bien para que no se nos agarre. Una vez hecha la dejamos templar.
Ahora sólo queda hacer los cruasanes, para ello extendemos las placas de hojaldre que tienen que ser rectangulares, cortamos en cada una 7 triángulos isósceles y con las dos piezas que sobran en las esquinas se forma otro triángulo. Una vez los tengamos ponemos en la base un poco de relleno, si echamos mucho en el horneado se saldrá, encima añadimos un poco de queso rallado en mi caso de oveja curado, y enrollamos desde esta base hasta la punta, como si fuera un cigarro y los pasamos a una placa de horno en la que hemos puesto papel de hornear. Los pintamos con huevo batido y los introducimos al horno precalentado a 200 ºC hasta que los veamos doraditos, unos 10-15 minutos. Deliciosos.
También lo podemos hacer con espinacas congeladas, las cocemos en agua hirviendo, las escurrimos muy bien para eliminar el exceso de agua, las picamos y las añadimos a los champiñones, y de igual manera dejar que se evapore el líquido que suelten.
Y como aquí no se tira nada, si sobra algo de relleno se pueden hacer unas empanadillas con la típica forma de media luna o haciendo unos saquitos y horneadas de igual manera que los cruasanes.
aceite y sal
elaboración
Lavamos bien las espinacas, les retiramos el tallo y la parte fibrosa de las hojas, las escurrimos y las troceamos un poco. Quitamos la parte terrosa de los champiñones y los limpiamos bajo el chorro de agua, mejor que sumergirlos pues son muy porosos y absorberían mucha agua, una vez limpios los picamos.
En una sartén con aceite caliente ponemos a pochar la cebolla picada hasta que esté tierna pero sin que coja color. Añadimos los champiñones con el ajo y un poco de sal y los salteamos hasta que estén hechos, y se pierda el agua que sueltan, añadimos las espinacas, removemos, dejamos que vayan mermando de volumen y se cocinen, soltarán un poco de agua que dejaremos evaporar.
Añadimos el queso de cabra y removemos hasta incorporarlo. Espolvoreamos una cucharadita de maicena, rehogamos y añadimos la nata, que dejamos reducir hasta que quede una mezcla espesa, vigilando bien para que no se nos agarre. Una vez hecha la dejamos templar.
Ahora sólo queda hacer los cruasanes, para ello extendemos las placas de hojaldre que tienen que ser rectangulares, cortamos en cada una 7 triángulos isósceles y con las dos piezas que sobran en las esquinas se forma otro triángulo. Una vez los tengamos ponemos en la base un poco de relleno, si echamos mucho en el horneado se saldrá, encima añadimos un poco de queso rallado en mi caso de oveja curado, y enrollamos desde esta base hasta la punta, como si fuera un cigarro y los pasamos a una placa de horno en la que hemos puesto papel de hornear. Los pintamos con huevo batido y los introducimos al horno precalentado a 200 ºC hasta que los veamos doraditos, unos 10-15 minutos. Deliciosos.
También lo podemos hacer con espinacas congeladas, las cocemos en agua hirviendo, las escurrimos muy bien para eliminar el exceso de agua, las picamos y las añadimos a los champiñones, y de igual manera dejar que se evapore el líquido que suelten.
Y como aquí no se tira nada, si sobra algo de relleno se pueden hacer unas empanadillas con la típica forma de media luna o haciendo unos saquitos y horneadas de igual manera que los cruasanes.
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