En una entrada anterior los puerros a la crema iban en una cazuelita con huevo, hoy son el relleno de unos canelones, una alternativa excelente a los rellenos de espinacas o a los clásicos rellenos de carne.
ingredientes
500 g de puerros limpios
150 g de queso emmental
50 g de mantequilla
1 cucharada de aceite
200 ml de nata
16/18 placas de canelones
16/18 lonchas finas de jamón cocido
agua y sal
para la besamel
35 g de mantequilla
35 g de harina
500 ml de leche
2-3 yemas de huevo
elaboración
Limpiamos bien los puerros y los cortamos en pedazos pequeños. En una sartén ponemos la mantequilla a derretir con la cucharada de aceite y estofamos los puerros unos 10 minutos, o hasta que estén tiernos y dorados. Retiramos el exceso de grasa, añadimos la nata y parte del queso, unos 90 g, y dejamos reducir, no tiene que espesar en exceso. Retiramos del fuego y dejamos templar.
Hacemos una besamel, para ello ponemos a fundir la mantequilla, sin que se caliente demasiado, añadimos la harina que rehogamos durante unos minutos, para que pierda su sabor a crudo, pero sin dejar que tome color. A continuación vamos echando poco a poco la leche caliente sin dejar de remover, cuando la besamel esté hecha la retiramos del fuego para que pierda un poco de temperatura, añadimos las dos yemas de huevo y removemos hasta integrarlas. La besamel no debe quedar ni muy líquida ni muy espesa y, por supuesto, no debe tener grumos.
Como variación y sin dejar de tener unos canelones de verdura podemos cambiar el puerro, por 300 g de espinacas frescas y realizar la receta de la misma manera.
Según el tipo de pasta que elijamos la ponemos a cocer o la hidratamos.
Para cocerlos, ponemos a calentar abundante agua con sal en una cazuela grande. Cuando el agua empiece a hervir, añadimos los canelones de uno en uno con cuidado para que no se peguen y los cocemos el tiempo que indique el envase. Una vez cocidos, los enfriamos en agua y sin tirarla, los sacamos con ayuda de una espumadera, uno a uno, y los dejamos sobre un paño de cocina limpio para evitar que se peguen.
Para cocerlos, ponemos a calentar abundante agua con sal en una cazuela grande. Cuando el agua empiece a hervir, añadimos los canelones de uno en uno con cuidado para que no se peguen y los cocemos el tiempo que indique el envase. Una vez cocidos, los enfriamos en agua y sin tirarla, los sacamos con ayuda de una espumadera, uno a uno, y los dejamos sobre un paño de cocina limpio para evitar que se peguen.
Sobre cada canelón ponemos una lonchita de jamón cocido, y encima un poco del relleno que tenemos en espera y formamos rollitos.
Hacemos una besamel, para ello ponemos a fundir la mantequilla, sin que se caliente demasiado, añadimos la harina que rehogamos durante unos minutos, para que pierda su sabor a crudo, pero sin dejar que tome color. A continuación vamos echando poco a poco la leche caliente sin dejar de remover, cuando la besamel esté hecha la retiramos del fuego para que pierda un poco de temperatura, añadimos las dos yemas de huevo y removemos hasta integrarlas. La besamel no debe quedar ni muy líquida ni muy espesa y, por supuesto, no debe tener grumos.
Repartimos un poco de esta besamel sobre el fondo de una fuente que pueda ir al horno, colocamos encima los canelones uno al lado del otro y los cubrimos con el resto de la salsa. Espolvoreamos con el resto del queso rallado y los horneamos a unos 200 ºC, hasta que veamos que el queso ha fundido.
Como variación y sin dejar de tener unos canelones de verdura podemos cambiar el puerro, por 300 g de espinacas frescas y realizar la receta de la misma manera.
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