½ litro de leche
1 huevo tamaño "L"
3 yemas de huevo tamaño "L"
75-100 g de azúcar
35 g de harina fina de maíz
un trozo de canela en rama
un trozo de piel de limón
una nuez de mantequilla (opcional)
elaboración
1 huevo tamaño "L"
3 yemas de huevo tamaño "L"
75-100 g de azúcar
35 g de harina fina de maíz
un trozo de canela en rama
un trozo de piel de limón
una nuez de mantequilla (opcional)
elaboración
Disolvemos la maizena, harina fina de maiz, en una cuarta parte de la leche fría. En un cazo
calentamos el resto de la leche con la canela y la piel de limón hasta que rompa a hervir. Mientras, batimos el huevo entero con las yemas y el azúcar, unimos a esta mezcla la leche y la harina, mezclándolo todo bien de forma que no quede ningún grumo. Cuando lo hayamos mezclado añadimos poco a poco la leche cocida pasándola por un colador fino, donde quedará la canela y la piel de limón, removiendo sin parar hasta mezclarlo todo. La leche tiene que estar caliente pero no hirviendo, ya que el huevo cuajaría inmediatamente.
Volvemos a poner la mezcla en un cazo y la cocemos a fuego suave, sin dejar de remover, hasta que la crema espese y con cuidado de que no hierva en ningún momento, para evitar que se corte. Retiramos del fuego y del cazo para enfriarla cuanto antes, y para que no forme costra la cubrimos con film transparente.
Para obtener una crema pastelera más cremosa y suave, cuando la crema esté templada podemos añadir una nuez de mantequilla a temperatura ambiente y remover bien la crema hasta incorporarla. Dejamos enfriar y la tenemos lista para usar en buñuelos, relámpagos, tartas, hojaldres, canutillos…
Volvemos a poner la mezcla en un cazo y la cocemos a fuego suave, sin dejar de remover, hasta que la crema espese y con cuidado de que no hierva en ningún momento, para evitar que se corte. Retiramos del fuego y del cazo para enfriarla cuanto antes, y para que no forme costra la cubrimos con film transparente.
Para obtener una crema pastelera más cremosa y suave, cuando la crema esté templada podemos añadir una nuez de mantequilla a temperatura ambiente y remover bien la crema hasta incorporarla. Dejamos enfriar y la tenemos lista para usar en buñuelos, relámpagos, tartas, hojaldres, canutillos…
Si ponemos menos cantidad de maizena, unos 20-25 g, tendremos unas natillas caseras de rechupete y si por el contrario ponemos más maizena, unos 60 g, tendremos una crema más espesa, perfecta para hacer unas tostadas de crema para quitar el sentido.
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