4 abr 2015
buñuelos de bacalao
Estos últimos días he visto tantas recetas de buñuelos de bacalao que no me he podido resistir a prepararlos y que pena no haberlos hecho antes, son toda una tentación en la que pienso recaer. Unos bocaditos que quedan crujientes por fuera y muy esponjosos en su interior. Se hacen de manera muy sencilla, partiendo de una masa orly, de la que hay tantas fórmulas como cocinas, la podemos ver hecha también con cerveza, con leche, con las claras montadas a punto de nieve, con o sin levadura... también se pueden hacer con patata o con masa choux, estos de momento los dejo para otra ocasión.
ingredientes
250 g de migas de bacalao
1 huevo entero tamaño "L"
1 yema de huevo tamaño "L"
110 g de harina "especial fritos y rebozados"
140 g de agua fría
1 cucharadita de levadura química
1-2 dientes de ajo
perejil fresco picado
aceite de girasol o de oliva suave para freír
elaboración
Desalamos las migas de bacalao durante 24 horas en abundante agua fría, cambiándola cada 8 horas, y en la nevera. Si usas bacalao en trozo, el tiempo será mayor y si no quieres correr el riesgo de desalarlo poco o demasiado, en el mercado existe bacalao ya desmigado y desalado que es comodísimo. Una vez desalado, lo desmigamos al gusto y dejamos escurrir bien.
Pelamos el o los dientes de ajo, les quitamos el germen si tuvieran y los troceamos finamente, al igual que el perejil. Yo he puesto ambos, una vez troceados, en un mortero y los he machacado, después los he mezclado con el pescado.
Tamizamos la harina con la levadura. En un cuenco batimos el huevo junto con la yema, añadimos el agua y mezclamos. Vamos incorporando la harina poco a poco, la cantidad variará según sea el peso del huevo y el tipo o marca de harina que usemos, no todas absorben lo mismo, yo puse la especial de fritos y rebozados ya que en ese momento no tenía otra. Tiene que quedar una pasta ni demasiado líquida, ni demasiado espesa. Para terminar añadimos el bacalao con el ajo y perejil y probamos el punto de sal. Dejamos reposar la mezcla en la nevera unos 20 minutos, mientras, ponemos a calentar abundante aceite en una sartén o recipiente profundo, en el que los buñuelos puedan flotar, de esta manera absorberán menos aceite.
Hay recetas que también añaden un poco de cebolla picada. Y si queremos que tengan un color amarillo podemos añadir también un poco de colorante alimenticio o azafrán.
Cuando el aceite esté caliente vamos añadiendo cucharadas de la masa, que caerá al fondo de la sartén para flotar enseguida formando el buñuelo. Para que queden crujientes por fuera y bien hechos por dentro la temperatura del aceite no debe estar ni muy alta ni demasiado baja.
Dejamos que se doren bien, dándoles la vuelta de vez en cuando. Una vez dorados los sacamos y ponemos a escurrir sobre papel absorbente para que pierdan el exceso de aceite. Servir enseguida con una cerveza bien fresca, un buen vino o un refresco y a disfrutar...
Fuente: Las recetas de MJ y Cocinando entre olivos
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