28 feb 2014

torrijas de natillas





Las torrijas o tostadas de pan son un postre perfecto con el que aprovechar los restos de pan duro, pero también las podemos hacer con pan de "viena", lo importante es que sea un pan que no se deshaga en la leche y que se empape bien. Según el tipo de pan que usemos para hacer las tostadas, del grosor que queramos darlas y de lo que usemos para remojarlas, el sabor final cambiará. Normalmente en casa se hacen con pan de barra y se empapan con leche, y se hacen sobre todo en Navidad, pero como ahora en carnaval también son típicas en muchas zonas, las he hecho, esta vez, remojadas en natillas.
También son muy típicas en todo el periodo carnavalesco las tostadas de crema, una especie de leche frita a la que se incorpora huevo.


ingredientes
1 barra de pan duro
1 litro de leche
1 sobre de preparado para natillas
8 cucharadas de azúcar
harina para rebozar
azúcar y canela en polvo para decorar
aceite para freir











elaboración
Cortamos el pan en rodajas de unos 2 centímetros de grosor y las colocamos en una fuente honda, 
una al lado de otra.
Preparamos las natillas, para ello uso el preparado de la marca Chino Mandarín, porque espesa en frío, igual que los sobres de cuajada.
Ponemos la mitad de la leche a calentar junto con el azúcar. En una taza ponemos el contenido del sobre y el resto de la leche y lo removemos hasta su completa disolución.
Cuando la leche que tenemos al fuego hierva, añadimos la mezcla anterior sin dejar de remover. Cuando empiece a hervir de nuevo lo retiramos del fuego y cubrimos con este preparado las rodajas de pan y dejamos que se empapen bien. 

Si queremos podemos hacer las natillas de manera tradicional, pero sin usar nada de harina.



Escurrimos las tostadas de la natilla sobrante inclinando la fuente o con la ayuda de una espumadera y las pasamos por harina. Las freímos en una sartén con aceite muy caliente, hasta que estén doradas por ambos lados. Las escurrimos sobre papel absorbente de cocina y las servimos, espolvoreadas con una mezcla de azúcar y canela en polvo, la natilla sobrante la podemos aprovechar para acompañar las tostadas. 



Fuente: Karlos Arguiñano, con algunas modificaciones.



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