15 ene 2013

croquetas de mejillón o mejillones rellenos


Cuanto tiempo sin poner una receta de croquetas y no será porque no hago... En mi casa nunca faltan en el fondo del congelador; las de hoy como veis de mejillones, otra versión, pues en el blog ya hay otras hechas con mejillones


No es la receta más fácil que podamos hacer con este molusco pero vale la pena ponerse al lio, es un bocado bien rico y como se congelan de maravilla las podemos tener hechas con mucha antelación y sacarlas ante un apuro en cualquier momento sin gastar demasiado. 



ingredientes
300 g de carne de mejillón
1 pimiento verde
1 cebolla
1 diente de ajo
1 chorretón de vino blanco
2 cucharadas de tomate
100 ml de caldo de cocción
400 ml de leche
50 g de mantequilla
50 g de harina
aceite, sal y pimienta
para rebozar: harina, 
2 huevos batidos 
  y pan rallado












elaboración
Limpiamos bien los mejillones con agua fría rascando las cáscaras para que queden sin impurezas. Una vez limpios los ponemos en una cazuela con tapadera a fuego fuerte con un chorretón de vino blanco.
Según se vayan abriendo los sacamos para que la carne del mejillón no quede correosa, los retiramos de la concha y los ponemos en un plato. Las conchas más bonitas las podemos guardar para formar algunas croquetas o para rellenarlas. El caldo de cocción no lo tiramos, lo colamos y reservamos.

A continuación pochamos en una sartén la cebolla, el ajo y el pimiento verde, todo muy picadito. Cuando estén a medio hacer, añadimos la salsa de tomate. Se añade sal y se deja que termine de hacer. Se añade entonces la carne de los mejillones muy picadita, mezclando bien y lo reservamos fuera del fuego hasta tener la besamel lista.



Para hacer la besamel como siempre ponemos la mantequilla al fuego y cuando esté fundida, sin dejar que se caliente mucho, añadimos la harina que cocinamos unos minutos para que pierda su sabor a crudo, pero sin dejar que tome color. A continuación vamos echando poco a poco la leche y el caldo caliente, sin dejar de remover, importante para que nos quede una besamel rica y sin grumos, así hasta terminar la leche y el caldo y lo cocinamos unos 20 minutos cuidando de que no se nos pegue. Añadimos la mezcla de verduras y mejillón que tenemos en espera, lo mezclamos todo bien y dejamos cocinar todo un par de minutos más. Ponemos esta masa a enfriar en una fuente, formando una capa de al menos un par de centímetros para después formar mejor las croquetas. Lo tapamos con papel transparente para que no se forme costra y dejamos enfriar bien en la nevera, mejor durante toda la noche. Una vez fría formamos las croquetas, las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado, y las freímos en aceite bien caliente en el momento de comerlas.




Con esta masa también podemos rellenar las cáscaras de los mejillones y dejarlas enfriar para despues pasarlas por harina, huevo batido y pan rallado, y freirlas en aceite bien caliente.
Otra opción es hacer unos mejillones rellenos pero con la cáscara que podamos comer, o sea
mejillones con cáscara comestible


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