El pudin es una preparación de origen inglés, que puede ser salado o dulce, dependiendo del ingrediente con el que lo hagamos, pan, carne, pescado, verdura... va siempre ligado con huevos y cocido al baño María en un molde.
Hoy se trata de un postre, una crema similar a la del flan a la que se le añaden bizcocho o pan, frutas confiadas, frutas secas... Una buena receta para aprovechar restos.
En el blog ya hay alguno, uno hecho con suizos y fruta y otro con sobaos pasiegos y pasas, ambos hechos con preparado para flan, de cocción más sencilla, pero hoy lo hacemos a la manera tradicional con leche, huevos y azúcar y aprovechando restos de bollería.
La crema resultará más fina cuanto mayor sea la proporción de yemas y menor la de claras, pero hoy esa proporción es la misma, que también queda bien.
6 huevos tamaño "L"
750 ml de leche entera
150 g de azúcar
1 trozo de canela en rama o vainilla
2 trocitos de corteza de limón
200 g de roscón, bollería e incluso pan
caramelo líquido para el molde
elaboración
Se hace como si de un flan se tratara, primero preparamos una infusión con la leche, reservamos un poco, para ello ponemos a calentar en un cazo la leche con un trozo de canela y un trozo de corteza de limón o naranja. Cuando arranque a hervir retiramos del fuego, tapamos con film transparente y dejamos reposar, para que infusione y de paso pierda calor. Colamos para retirar la canela y la corteza de la fruta.
En un bol troceamos el roscón, si tuviera fruta confitada la picamos también. Batimos en otro bol grande, los huevos con el azúcar y la leche reservada, añadimos poco a poco la leche templada y seguimos removiendo hasta tener una mezcla homogénea.
Vertemos esta mezcla sobre la bollería, mezclamos y dejamos reposar para que se empape bien y se deshaga. Pasamos todo a un molde tipo plum-cake de por lo menos litro y medio de capacidad previamente caramelizado, éste a su vez lo metemos en otro más amplio relleno con agua y con un cartón en el fondo. El agua no tiene que sobrepasar la mitad de la altura del molde del flan. Metemos ambos moldes en el horno precalentado a 170-180 ºC durante 50-60 minutos, el tiempo dependerá de cada horno. Si vemos que la superficie coge demasiado color lo cubrimos con papel aluminio. Antes de sacarlo comprobamos si está cuajado pinchándolo con un pincho, si éste no sale limpio lo tendremos un poco más de tiempo.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente fuera del agua y no lo desmoldamos hasta que esté completamente frío, de lo contrario podemos encontrarnos con una desagradable sorpresa. Para desmoldarlo pasamos un cuchillo o una espátula por todo el borde.
750 ml de leche entera
150 g de azúcar
1 trozo de canela en rama o vainilla
2 trocitos de corteza de limón
200 g de roscón, bollería e incluso pan
caramelo líquido para el molde
elaboración
Se hace como si de un flan se tratara, primero preparamos una infusión con la leche, reservamos un poco, para ello ponemos a calentar en un cazo la leche con un trozo de canela y un trozo de corteza de limón o naranja. Cuando arranque a hervir retiramos del fuego, tapamos con film transparente y dejamos reposar, para que infusione y de paso pierda calor. Colamos para retirar la canela y la corteza de la fruta.
En un bol troceamos el roscón, si tuviera fruta confitada la picamos también. Batimos en otro bol grande, los huevos con el azúcar y la leche reservada, añadimos poco a poco la leche templada y seguimos removiendo hasta tener una mezcla homogénea.
Vertemos esta mezcla sobre la bollería, mezclamos y dejamos reposar para que se empape bien y se deshaga. Pasamos todo a un molde tipo plum-cake de por lo menos litro y medio de capacidad previamente caramelizado, éste a su vez lo metemos en otro más amplio relleno con agua y con un cartón en el fondo. El agua no tiene que sobrepasar la mitad de la altura del molde del flan. Metemos ambos moldes en el horno precalentado a 170-180 ºC durante 50-60 minutos, el tiempo dependerá de cada horno. Si vemos que la superficie coge demasiado color lo cubrimos con papel aluminio. Antes de sacarlo comprobamos si está cuajado pinchándolo con un pincho, si éste no sale limpio lo tendremos un poco más de tiempo.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente fuera del agua y no lo desmoldamos hasta que esté completamente frío, de lo contrario podemos encontrarnos con una desagradable sorpresa. Para desmoldarlo pasamos un cuchillo o una espátula por todo el borde.
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