Las tartas saladas o quichés son platos todo terreno, pueden servirse tanto calientes como fríos, como primer plato o como plato principal, en verano o en invierno, y son apropiados tanto para una ocasión formal como para una comida veraniega en el campo. Admiten innumerables ingredientes y siempre están deliciosas.
El único secreto que tienen es no hacerla demasiado en el horno, el relleno deberá estar cuajado pero cremoso.
ingredientes
275 g de pasta quebrada
24 langostinos grandes
3 huevos tamaño "L"
200 ml de nata para cocinar
150 g de cebolla
50 g de puerro, solo lo blanco
aceite y sal
queso emmental rallado
perejil fresco picado
elaboración
Una vez lista la pasta quebrada, la extendemos sobre una superficie ligeramente enharinada, la dejamos de medio centímetro de grosor y forramos con ella un molde de tarta ligeramente engrasado. Pinchamos el fondo de la masa con un tenedor, la cubrimos con papel vegetal, la rellenamos con legumbres secas para evitar que la pasta suba y la metemos al horno precalentado a 180 ºC unos 15 minutos. Retiramos las legumbres y la dejamos enfriar. También es posible hacerla con masa de hojaldre e incluso con masa de arroz.
Para hacer el relleno calentamos un poco de aceite en una sartén y sofreímos la cebolla y el puerro, todo muy picadillo, con un poco de sal hasta que esté tierno y sin dejar que cojan demasiado color. Escurrimos bien y reservamos.
Pelamos los langostinos y les retiramos la parte negra que tienen a lo largo.
En el fondo de la masa horneada extendemos las verduras pochadas, las cubrimos con un poco de queso rallado y encima colocamos los langostinos de manera ordenada. Batimos los huevos y les añadimos la nata y un poco de perejil. Sazonamos este batido y cubrimos la tarta con el. La metemos al horno, precalentado a 180 ºC, durante 30 minutos o hasta que esté cuajada.
3 huevos tamaño "L"
200 ml de nata para cocinar
150 g de cebolla
50 g de puerro, solo lo blanco
aceite y sal
queso emmental rallado
perejil fresco picado
elaboración
Una vez lista la pasta quebrada, la extendemos sobre una superficie ligeramente enharinada, la dejamos de medio centímetro de grosor y forramos con ella un molde de tarta ligeramente engrasado. Pinchamos el fondo de la masa con un tenedor, la cubrimos con papel vegetal, la rellenamos con legumbres secas para evitar que la pasta suba y la metemos al horno precalentado a 180 ºC unos 15 minutos. Retiramos las legumbres y la dejamos enfriar. También es posible hacerla con masa de hojaldre e incluso con masa de arroz.
Para hacer el relleno calentamos un poco de aceite en una sartén y sofreímos la cebolla y el puerro, todo muy picadillo, con un poco de sal hasta que esté tierno y sin dejar que cojan demasiado color. Escurrimos bien y reservamos.
Pelamos los langostinos y les retiramos la parte negra que tienen a lo largo.
En el fondo de la masa horneada extendemos las verduras pochadas, las cubrimos con un poco de queso rallado y encima colocamos los langostinos de manera ordenada. Batimos los huevos y les añadimos la nata y un poco de perejil. Sazonamos este batido y cubrimos la tarta con el. La metemos al horno, precalentado a 180 ºC, durante 30 minutos o hasta que esté cuajada.
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