De nuevo otra receta de croquetas, un recurso perfecto para un cena rápida y que siempre son bien recibidas por la gente menuda, en mi congelador nunca faltan.
ingredientes
50 gr de mantequilla
50 gr de harina
500 ml de leche
1 bandeja de champiñones
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
50 gr de jamón cocido
50 gr de mantequilla
50 gr de harina
500 ml de leche
1 bandeja de champiñones
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
50 gr de jamón cocido
aceite y sal
elaboración
En una sartén con un poco de aceite ponemos a pochar la cebolla muy picadita, en cuanto la tengamos la dejamos escurrir bien.
En ese mismo aceite caliente ponemos el ajo bien partido y en cuanto comience a bailar añadimos los champiñones muy picaditos, los cocinamos hasta que se evapore todo el agua que sueltan. Una vez sofrito, lo pasamos por la batidora hasta lograr una pasta espesa, yo no trituro todo, dejo la mitad más o menos para luego encontrar algun tropiezo. Reservamos.
Ahora preparamos la besamel, en una cazuela ponemos la mantequilla a fundir, echamos la cebolla pochada y la harina, que cocinamos unos minutos para que pierda su sabor a crudo. Vamos incorporando la leche caliente poco a poco, sin dejar de remover, para que no nos salgan grumos. Así, hasta terminar con la leche. Seguimos revolviendo la salsa besamel por lo menos durante 15-20 minutos, así nos quedará la masa más rica, por lo que tenemos que tener cuidado para que no se nos pegue.
Unos cinco minutos antes de terminar la cocción incorporamos la pasta de champiñones, el jamon muy picadito y los que hemos dejado sin triturar. Probamos y si hiciera falta añadimos un poco de sal, y si nos gusta la nuez moscada rallamos un poco. Ahora extendemos esta masa en una fuente amplia, no tiene que quedarnos una capa fina, por lo menos una capa de 2 centímetros de grosor para poder formar mejor las croquetas. Para que en la parte superior no se nos forme una costra, bien la untamos con un poco de aceite o bien ponemos un film transparente.
Dejamos enfriar bien, mejor si la dejamos reposar una noche en la nevera y vamos dando forma a las croquetas, bien con dos cucharas o bien con las manos, para lo cual nos ayudará si nos las untamos con aceite, las pasamos por harina, huevo y por último por pan rallado. Tenemos que tener cuidado de que no se humedezcan una vez hechas, si se humedecen se arregla pasándolas de nuevo por pan rallado antes de freirlas. Las freímos en abundante aceite caliente y dejamos escurrir bien sobre papel de cocina. Admiten perfectamente la congelación, por lo que podemos hacer cantidad y así poder tenerlas siempre a mano. Para ello las congelamos encima de una superficie dura, que no se toquen, una vez congeladas se ponen todas en una bolsa, intentando sacar bien el aire.
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