3 abr 2017

lechefritas


Este es un postre tradicional y delicioso que remata alguna que otra de nuestras comidas de domingo. Un dulce de sartén en el que cocemos leche con harina y azúcar hasta que espesa, como una besamel espesa y dulce. Hecha la crema, se extiende en una placa engrasada y una vez fría se corta en porciones, se rebozan en harina y huevo, y se van friendo en aceite. Se termina pasando cada uno de los trozos por una mezcla de azúcar y canela.


ingredientes
500 ml de leche
1 trozo de canela en rama
cáscara de limón
90-100 g de azúcar
25 g de maicena
25 g de harina
harina y huevo batido para rebozar
aceite para freír y untar el molde
azúcar y canela molida para rebozar











elaboración
En una cazuela, diluimos en 125 ml de leche la harina con la maicena y el azúcar hasta conseguir una papilla sin grumos. En otro cazo ponemos a calentar el resto de la leche con la canela y una vez que rompa a hervir dejamos que repose unos 10 minutos. Después la incorporamos poco a poco, colada, a la papilla reservada. Ponemos la cazuela a fuego muy suave removiendo sin parar, durante 10 minutos, conseguiremos una textura homogénea y sin grumos. A continuación pasamos la crema a una fuente amplia y baja untada con aceite de girasol dejándola enfriar por lo menos 3-4 horas. Cortamos la masa en porciones, los pasamos por harina y huevo batido, y los freímos a fuego medio en aceite con una tira de cáscara de limón hasta que se doren. Escurrimos el exceso de aceite sobre papel de cocina y espolvoreamos por encima una mezcla de azúcar y canela molida.


Mejor si las servimos aún calientes. Yo las he acompañado de unas natillas claritas, bien fresquitas, que he resuelto usando un preparado comercial. Otras opciones son acompañarlas con helado de canela o vainilla, o con una salsa de nueces (intxaursaltsa)...


Fuente: del libro "Cocina en casa con Martín Berasategui"

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