Unas tartaletas que podemos hacer en tamaño grande o en tamaño individual, mejores a la hora de presentarlas como aperitivo. Muy sencillas de hacer y con los mismos ingredientes con los que hacemos las tostadas de calabaza y queso con la diferencia de que esta vez la crema se cuaja en el horno y no se fríe. Y si quieres poner otro tipo de queso, aquí las tienes con roquefort.
ingredientes
1 base de masa quebrada, 230 g
100 g de queso camembert
40 g de harina refinada de maíz
200 g de puré de calabaza asada
200 ml de nata líquida
200 ml de leche entera
nueces peladas
sal y pimienta
elaboración
Con la masa, preparada por nosotros o comprada en el super si queremos simplificar la tarea, forramos el fondo y las paredes de un molde de tarta, ligeramente engrasado, o varios moldes individuales y si no tienes moldes no hay problema, en este enlace puedes ver como hacer las mini quichés sin molde. Una vez elegido el molde pinchamos su fondo varias veces con un tenedor y lo cubrimos con papel de horno presionando bien las paredes para que no se bajen al cocer, ponemos un buen puñado de legumbres secas para evitar que la pasta suba y la horneamos a 180-200 ºC durante 10-15 minutos.
Sacamos el molde (o moldes) del horno, retiramos las legumbres y dejamos enfriar un poco.
Para preparar la crema ponemos en un vaso de batidora o en un bol todos los ingredientes, batimos y ya está lista para ir distribuyéndola en las tartaletas preparadas. Las metemos de nuevo en el horno a 180 ºC durante 15-20 minutos o hasta que veamos que el relleno está cuajado.
Las sacamos del horno, dejamos enfriar sobre una rejilla y adornamos con un trozo de nuez.
Las sacamos del horno, dejamos enfriar sobre una rejilla y adornamos con un trozo de nuez.
No hay comentarios: