Un guiso de legumbre perfecto para combatir el frío que tenemos, el cual podemos convertir en un plato único si le añadimos unos trozos de bacalao.
ingredientes
250 gr de garbanzos
150 gr de espinacas
1 cebolla pequeña
2-3 dientes de ajo
2 zanahorias
2 cucharaditas de pimentón dulce
2 huevos cocidos
1 cucharadita de harina
aceite y sal
elaboración
150 gr de espinacas
1 cebolla pequeña
2-3 dientes de ajo
2 zanahorias
2 cucharaditas de pimentón dulce
2 huevos cocidos
1 cucharadita de harina
aceite y sal
elaboración
La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo con agua caliente y sal.
Al día siguiente ponemos a calentar en una olla agua con un poco de sal. Mientras se calienta picamos la cebolla en trocitos pequeños. Pelamos y troceamos también las zanahorias.
Al día siguiente ponemos a calentar en una olla agua con un poco de sal. Mientras se calienta picamos la cebolla en trocitos pequeños. Pelamos y troceamos también las zanahorias.
Cuando empiece a hervir el agua incorporamos los garbanzos, bien lavados y escurridos, tienen que quedar bien cubiertos, con dos dedos de agua por encima, por lo que si necesitamos más agua esta tiene que estar bien caliente. A continuación añadimos la cebolla, las zanahorias, la mitad de los dientes de ajo pelados y fileteados, un chorrito de aceite y una cucharadita de pimentón y cocemos durante 15 minutos, contando desde que suba el tapón de la válvula. Este tiempo dependerá de la olla, del garbanzo, del agua usada…, dejamos enfriar y abrimos la olla, comprobamos que el garbanzo esté hecho, y si hay demasiado caldo retiramos un poco pero no lo tiramos, por si acaso hay que añadirlo más tarde y si nos hemos quedado cortos, pues añadimos un poco más de líquido.
Mientras, se enfría la olla, hacemos un sofrito, para ello en una sartén hermosa, ponemos un poco de aceite y freimos el resto de los dientes de ajo pelados y picados, sin dejar que se doren añadimos las espinacas bien lavadas, escurridas y picadas, al principio veremos que no entran en la sartén, pero a medida que cogen calor irán mermando.
Espolvoreamos una cucharadita de harina que rehogamos unos minutos y una cucharadita de pimentón, con cuidado de que no se queme, mojamos con un poco del caldo de cocción de los garbanzos y lo añadimos a la olla, removemos para que todo se mezcle bien y dejamos cocer unos 10 minutos más a fuego suave. Rectificamos de sal y listos para comer. A la hora de presentar este potaje en la mesa añadimos los huevos cocidos bien picaditos.
Espolvoreamos una cucharadita de harina que rehogamos unos minutos y una cucharadita de pimentón, con cuidado de que no se queme, mojamos con un poco del caldo de cocción de los garbanzos y lo añadimos a la olla, removemos para que todo se mezcle bien y dejamos cocer unos 10 minutos más a fuego suave. Rectificamos de sal y listos para comer. A la hora de presentar este potaje en la mesa añadimos los huevos cocidos bien picaditos.
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