7 may 2015

pastel de carne picada con mahonesa de anchoas


Este pastel es una manera sencilla y distinta de preparar la carne picada, un modo nuevo de comer lo de siempre. Es un plato muy socorrido y que tiene como ventaja añadida que se puede preparar con antelación regalándonos tiempo.
Si os gusta hacer este tipo de preparaciones veréis que la fórmula es la misma que para preparar los pasteles de pescado (cabracho, merluza...) o de verdura.
En esta ocasión lo acompañamos con una mahonesa sabor a anchoa, pero también servirá una mahonesa básica o una salsa de tomate.



ingredientes
5 huevos tamaño "L"
500 g de carne picada
200 g de salsa de tomate
200 ml de nata líquida
sal y pimienta
un poco de aceite
pan rallado y mantequilla para el molde
mahonesa de anchoas









elaboración
Salpimentamos la carne picada, a mí me gusta que sea mezcla de ternera y cerdo. Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite, cuando esté caliente salteamos la carne y la retiramos del fuego en cuanto cambie de color.
Cascamos los huevos en un bol, los batimos y añadimos la nata y la carne picada rehogada, mezclamos y batimos (opcional) un poco con la batidora, pero sin hacer un puré. Rectificamos de sal y pimienta, añadimos el tomate y mezclamos. El color de la salsa de tomate cambia mucho si la ponemos antes y la batimos.




Engrasamos ligeramente con mantequilla un molde rectangular tipo plum-cake y lo espolvoreamos con pan rallado. Si no usamos molde de silicona es mejor forrar el fondo del molde con papel de hornear dejando que este sobresalga por dos de los laterales y luego untarlo con mantequilla y pan rallado. Esto nos facilitará la tarea del desmoldado.

Una vez preparado el molde vertemos la mezcla y lo metemos en el horno al baño maría a 180 ºC durante unos 45-60 minutos o hasta que esté cuajado. También lo podemos hornear de manera directa. Antes de sacarlo comprobamos si está hecho pinchándolo con una aguja, si esta no sale limpia lo tendremos un poco más de tiempo. Si vemos que la superficie empieza a coger mucho color, lo cubrimos con papel de aluminio.




Dejamos enfriar y desmoldamos. Lo servimos frío o caliente, sobre pan tostado, sólo o acompañado como ya os he dicho de salsa de tomate o con mahonesa con sabor a anchoas...




4 may 2015

rosquillas de anís fritas III


De nuevo otra receta de rosquillas, un dulce de masa frita muy popular (de ahí la cantidad de fórmulas que hay para hacerlo) y muy rico para hacer en cualquier época del año.
Estas de hoy las he hecho con ayuda de mi pinche pequeño, de esta manera es más divertido hacerlas.

ingredientes
2 huevos
100 g de azúcar
80 ml de leche
80 ml de aceite
50 ml de anís
ralladura de 1/2 limón
400-420 g de harina
1 cucharadita de levadura
azúcar para rebozar
aceite de girasol para freír









elaboración

Batimos ligeramente los huevos con el azúcar y añadimos poco a poco la leche, el aceite, el anís y la ralladura de limón. Para terminar vamos incorporando la harina con la levadura, lo mejor es añadir de entrada unos 300 g y una vez bien mezclada ver como está la masa, esta debe quedar compacta pero tirando a blanda y ligeramente pegajosa. La cantidad de harina variará según la marca que usemos ya que no todas absorben lo mismo, de ahí que en muchas recetas aparezca eso tan temido de "harina la que admita". También variará la cantidad según sea el peso de los huevos que pongamos.
Una vez que tenemos lista la masa, la dejamos reposar bien tapada unos minutos.




Tras este reposo nos engrasamos las manos con un poco de aceite y vamos cogiendo porciones de masa del tamaño de una pelota de golf, unos 15-20 gramos, hacemos bolitas y las dejamos sobre la encimera 
ligeramente untada con aceite o sobre un papel de cocina.
Mientras, ponemos a calentar abundante aceite de girasol en una sartén honda y cuando esté caliente, sin que llegue a humear, vamos cogiendo bolitas de masa y con el dedo hacemos un agujero en su centro, a medida que formemos las rosquillas las freímos en tandas hasta que estén doradas por ambos lados. El fuego no tiene que estar muy alto para que se hagan bien por dentro.
Cuando estén doraditas, las sacamos y colocamos sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite y antes de que se enfríen las rebozamos en azúcar.



Fuente: del blog El monstruo de las galletas