Preparar pizza en casa es de lo más sencillo, reconozco que requiere un poco de esfuerzo y tiempo pero el resultado bien lo vale; mas rica y más barata que las pizzas para llevar o las congeladas. Y como la hacemos nosotros, ademas de tener una buena base, los ingredientes siempre van a ser de nuestro gusto y en la cantidad que queramos.
La masa de pan con la que yo la hago siempre es la misma, por lo que una vez que se le coge el tranquillo se hace en un voleo, aunque siempre estoy pensando en probar alguna que otra masa, pero al final... Con las cantidades de la receta de la masa salen dos pizzas como la que se ve en la foto o una grande del tamaño de una bandeja de horno, pero si tienes que cocinar para una multitud, sólo tienes que multiplicar los ingredientes.
ingredientes
calabaza asada o cocida
1 pechuga de pollo sin piel
tomates cherry
mozzarella en bola o emmental rallado
tomillo seco
sal, pimienta y aceite
elaboración
Lo primero que hay que hacer es preparar la masa de pizza. De todas formas si no tenéis ni ganas ni tiempo para meter las manos en la masa podéis comprar una masa refrigerada o congelada que tampoco están tan mal.
Mientras fermenta la masa, salpimentamos la pechuga de pollo y la pasamos por la sartén, lo justo para sellarla, el centro que quede sonrosado, se terminará de hacer en el horno. Una vez lista la troceamos. La pechuga de pollo se puede sustituir por cualquier carne que tengamos y podamos aprovechar, incluso carne picada.
Partimos por la mitad los tomates cherry y en rodajas la mozzarella.
Una vez la masa lista, la estiramos con las manos sobre un molde redondo de pizza ligeramente engrasado para que la masa no se pegue, la podemos dejar más fina o más gruesa según el gusto de cada uno, y repartimos por encima primero la calabaza aplastada, luego los trozos de pollo, espolvoreamos con tomillo y por último añadimos el queso y los tomates cherry. Metemos el molde en el horno precalentado a 200 ºC unos 15 ó 20 minutos, hasta que veamos que el queso ha fundido y está ligeramente tostado. Partimos la pizza en porciones y lista para servir. De la misma manera se pueden preparar unas tostas.
1 pechuga de pollo sin piel
tomates cherry
mozzarella en bola o emmental rallado
tomillo seco
sal, pimienta y aceite
elaboración
Lo primero que hay que hacer es preparar la masa de pizza. De todas formas si no tenéis ni ganas ni tiempo para meter las manos en la masa podéis comprar una masa refrigerada o congelada que tampoco están tan mal.
Mientras fermenta la masa, salpimentamos la pechuga de pollo y la pasamos por la sartén, lo justo para sellarla, el centro que quede sonrosado, se terminará de hacer en el horno. Una vez lista la troceamos. La pechuga de pollo se puede sustituir por cualquier carne que tengamos y podamos aprovechar, incluso carne picada.
Partimos por la mitad los tomates cherry y en rodajas la mozzarella.
Una vez la masa lista, la estiramos con las manos sobre un molde redondo de pizza ligeramente engrasado para que la masa no se pegue, la podemos dejar más fina o más gruesa según el gusto de cada uno, y repartimos por encima primero la calabaza aplastada, luego los trozos de pollo, espolvoreamos con tomillo y por último añadimos el queso y los tomates cherry. Metemos el molde en el horno precalentado a 200 ºC unos 15 ó 20 minutos, hasta que veamos que el queso ha fundido y está ligeramente tostado. Partimos la pizza en porciones y lista para servir. De la misma manera se pueden preparar unas tostas.
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