13 nov 2015

molletes


Desde el comienzo del curso escolar todas las semanas he hecho estos molletes pensando en el desayuno y sobre todo en el bocata de media mañana de mis chicos. Estos panecillos esponjosos son una delicia, como veis son muy planos, con forma ovalada, blanditos, sin apenas corteza y con un toque de harina por fuera.
Son muy sencillos de hacer y lo mejor de todo es que congelan de maravilla, después de cocidos y una vez fríos los abro por la mitad, los envuelvo uno a uno en papel de cocina, luego con film transparente y los meto al congelador dentro de una bolsa.
Por la mañana se sacan, se desenvuelven, se separan las dos mitades y en pocos minutos listos para tostar. Si es para hacer bocatas no llegan a descongelarse del todo, pero no importa, se rellenan, se envuelven y para cuando llegue el recreo lo tienen listo.


ingredientes
para el prefermento o esponja
85 g de harina
50 ml de leche
3 g de levadura fresca
para la masa
300 g de harina de fuerza
300 g de harina normal
350 g de agua
50 g de aceite
7 g de levadura fresca
7 g de sal
1 cucharadita de azúcar
todo el prefermento





elaboración
La noche anterior preparamos el prefermento, para ello disolvemos la levadura con la leche, incorporamos la harina y amasamos un par de minutos hasta formar una bola de masa homogénea. Esta masa la colocamos en un bol ligeramente engrasado, lo cubrimos con film transparente y lo metemos en la nevera a pasar la noche.
Al día siguiente, sacamos el prefermento del frigo y preparamos la masa.
Colocamos los dos tipos de harina en un bol, a un lado ponemos la sal y en el lado opuesto ponemos el azúcar, hacemos un agujero en el centro y añadimos el aceite, parte del agua, la levadura desmigada y el prefermento en trozos. Mezclamos y vamos añadiendo poco a poco el resto del agua. Una vez que la harina haya absorbido todo el líquido la dejamos reposar bien tapada unos 5 minutos y mezclamos todo de nuevo hasta formar una masa. Volcamos esta mezcla a una superficie lisa y amasamos, girando y doblando la masa, hasta que se vuelva lisa. Si alternamos este amasado con reposos de unos 8-10 minutos, con la masa bien tapada, el trabajo se simplifica. La masa queda un poco pegajosa pero muy manejable.
Si el amasado lo hacemos en la panificadora ponemos en la cubeta primero los ingredientes líquidos y después los sólidos. Escogemos el programa de amasado que dura 15 minutos (al menos en la mía) y enchufamos.



Una vez lista la masa, hacemos una bola y la dejamos reposar en un bol ligeramente engrasado y cubierto con film transparente hasta que doble su volumen. En un lugar cálido tarda alrededor de una hora, el tiempo aumentará si el sitio es fresco.



Cuando haya levado ponemos de nuevo la masa encima de la mesa de trabajo, la damos un ligero amasado para desgasificarla y la dividimos en porciones iguales de unos 100 g, formamos bolas, las boleamos y dejamos reposar bien tapadas y separadas entre sí, unos 10-15 minutos, de este modo la masa se relajará.
Después las enharinamos bien y estiramos con ayuda del rodillo, dando forma ovalada. Colocamos los molletes sobre una hoja de papel de hornear y los dejamos fermentar, bien tapados, unos 30-40 minutos.
Precalentamos el horno a 210 ºC con calor arriba y abajo, dejando una bandeja en la zona media y otra en el fondo. Ponemos agua en la bandeja del fondo para generar vapor, bajamos la temperatura a 190 ºC y deslizamos el papel de hornear con los molletes directamente sobre la otra bandeja. Los dejamos cocer 15-20 minutos. Una vez cocidos los sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.



Fuente: del blog "mercado calabajío"


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