A la calabaza se le puede sacar mucho partido en la cocina tanto en recetas saladas como en dulces, se acabó eso de tenerla sólo como ingrediente para hacer purés o cremas, así que aquí va la primera de unas cuantas recetas con calabaza de esta temporada.
Ya van unos cuantos pasteles hechos con verdura, que en casa nos gustan mucho, y este de calabaza, aunque lo hemos comido varias veces aún lo tenía sin editar.
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250 gr de queso mascarpone
50 gr de queso parmesano rallado
500 gr de calabaza asada
una pizca de tomillo
150 ml de nata líquida
5 huevos tam. "L"
pan rallado para el molde
elaboración
Precalentamos el horno a 150 ºC para asar la calabaza, para ello la limpiamos, la pelamos y la troceamos en trozos no muy grandes. Los colocamos en una fuente de horno con una pizca de agua y otra de tomillo (sin sal ni aceite) y los horneamos alrededor de unos 40 minutos. Cuando la calabaza esté tierna la sacamos del horno, la dejamos templar y la aplastamos con un tenedor.
Preparamos un molde tipo plum-cake, antes de engrasarlo lo podemos cubrir con papel de horno para desmoldarlo mejor, una vez engrasado, lo espolvoreamos con un poco de pan rallado, eliminando el exceso.
Precalentamos el horno a 180 ºC.
En un bol ponemos el queso mascarpone, lo mezclamos con la calabaza y la nata. En otro bol batimos 3 huevos enteros y dos yemas y les añadimos el queso rallado. Esta mezcla la incorporamos a la de calabaza y lo removemos todo bien. Sazonamos.
Montamos las dos claras a punto de nieve y las mezclamos con suavidad con movimientos envolventes con el resto de la mezcla.
Ponemos esta mezcla en el molde y lo metemos al horno, al baño María, durante 60-75 min. Si vemos que se tuesta mucho la superficie lo tapamos con holgura con papel aluminio. Como siempre os digo este tiempo variará según el horno o el molde utilizado, por lo que antes de sacar comprobamos que esté hecho, para ello introducimos una varilla y esta tiene que salir limpia.
Al servir lo acompañamos con una salsa de puerro o con un puré de vainas o judias verdes.
salsa de puerro
ingredientes
75 gr de puerro, parte blanca
fuente: Karlos Arguiñano
5 huevos tam. "L"
pan rallado para el molde
aceite y sal
elaboración
Precalentamos el horno a 150 ºC para asar la calabaza, para ello la limpiamos, la pelamos y la troceamos en trozos no muy grandes. Los colocamos en una fuente de horno con una pizca de agua y otra de tomillo (sin sal ni aceite) y los horneamos alrededor de unos 40 minutos. Cuando la calabaza esté tierna la sacamos del horno, la dejamos templar y la aplastamos con un tenedor.
Preparamos un molde tipo plum-cake, antes de engrasarlo lo podemos cubrir con papel de horno para desmoldarlo mejor, una vez engrasado, lo espolvoreamos con un poco de pan rallado, eliminando el exceso.
Precalentamos el horno a 180 ºC.
En un bol ponemos el queso mascarpone, lo mezclamos con la calabaza y la nata. En otro bol batimos 3 huevos enteros y dos yemas y les añadimos el queso rallado. Esta mezcla la incorporamos a la de calabaza y lo removemos todo bien. Sazonamos.
Montamos las dos claras a punto de nieve y las mezclamos con suavidad con movimientos envolventes con el resto de la mezcla.
Ponemos esta mezcla en el molde y lo metemos al horno, al baño María, durante 60-75 min. Si vemos que se tuesta mucho la superficie lo tapamos con holgura con papel aluminio. Como siempre os digo este tiempo variará según el horno o el molde utilizado, por lo que antes de sacar comprobamos que esté hecho, para ello introducimos una varilla y esta tiene que salir limpia.
Al servir lo acompañamos con una salsa de puerro o con un puré de vainas o judias verdes.
salsa de puerro
ingredientes
75 gr de puerro, parte blanca
50 gr de patata
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
50 ml de vino blanco
60 ml de nata líquida
300 ml de caldo de pollo
aceite y sal
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
50 ml de vino blanco
60 ml de nata líquida
300 ml de caldo de pollo
aceite y sal
elaboración
En una sartén con un poco de aceite, sofreímos la cebolla junto con el puerro (sólo la parte blanca) ya picados y limpios, hasta que esté tierno pero no dorado. Añadimos el diente de ajo picado, la patata bien picadita y un poco de sal y dejamos rehogar. Añadimos el vino blanco, dejamos evaporar e incorporamos el caldo de pollo. Una vez cocida la patata, añadimos la nata, dejamos cocer unos minutos más y trituramos todo. Ponemos a punto de sal y si queremos la salsa más fina la colamos.
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